“ECUADOR Volcanes, Selva y Surf”

La pregunta que flotaba en mi cabeza no era si viajar o no jaja, sino para donde arrancar. Así que después de la temporada de Aconcagua allá por 2019 me decidí por Ecuador, de antemano pensé que era un país que lo tiene todo y realmente no me equivoqué. Todo cerca, y te movés rápidamente de la montaña a la selva y a la playa en un “pestañeo”, tremendo!
Como siempre “cabeza de mosquetón” pensé primero en la montaña. Organicé la aclimatación y que mejor que empezarla en Quito que está a 2800 msnm. Recorriendo el centro histórico y su plaza, la basílica del voto nacional, sus parques, el predio y monumento de la mitad del mundo, disfrutando de la gastronomía y las vistas en el barrio del Guápulo. Algo que me llamó mucho la atención fue la visita al Museo Capilla del Hombre del artista Guayasamín, super recomendable, impactante!!

 

Después de varios días de disfrutar la ciudad llegaba la hora del primer objetivo deportivo: el RucoPichincha cerro de 4696 msnm; si bien le acercás bastante con el teleférico sumó mucho para el proceso de aclimatación y tiene vistas insuperables de Quito y sus alrededores.

 

Para que el “corpóreo” se siguiera adaptando a la altura decidí ascender dos cerros mas sin dificultad técnica. Así que me moví hacia El Chaupi al sur de Quito y ascendí el Cerro Corazón 4790 msnm y el Iliniza Norte de 5126 msnm. Desde sus cumbres tuve unas vistas tremendas del Cotopaxi y ya quería subirme a los volcanes nevados.

 

En Aconcagua había conocido dos grandes guías de montaña Juliana García y Ramiro Garrido, habíamos compartido trabajo y guiado en una cumbre hermosa en el techo de América, así que cuando me decidí por Ecuador no dudé en consultarles como manejarme en ese hermoso país. Fue así que me aconsejaron en todo, y no solo eso sino que Juliana justo tenía una guiada al Cotopaxi 5897 msnm con un solo pasajero así que me invitó a ser parte de ese ascenso; en una mañana y a todo velocidad armé la mochila y esa misma tarde ya estamos aclimatando dentro del Parque Nacional Cotopaxi. Esa misma noche nos movíamos en camioneta (escuchando reggeaton jaja) al punto de inicio del ascenso. Subimos unos metros y ya para montarnos al glaciar nos encordamos. Fue un “pegue” frío, había un viento húmedo que se hacía sentir, igualmente logramos la cumbre y bajamos felices a por unas cervezas.

 

Apenas bajar del “coto” Juliana me comenta que va a dar un curso en el Refugio del Cayambe, que si quiero me puedo prender y que Alejo Assati otro guía ecuatoriano (que también conocía de Aconcagua) quería subir el Cayambe 5790 msnm. Imaginen que respondí … “voy” si donde me anoto jaja. Así que con Alejo compartimos una ascensión cerrada por las nubes navegando entre las grietas del glaciar, pero finalmente la cumbre y de nuevo bajar a festejar.

 

Antes del techo de Ecuador decidí visitar y relajar en la ciudad de Baños, y que buena elección. Canyoning, trekking, columpios en el cielo, descensos en bicicleta, puentes tibetanos, cascadas, tirolesas, muchos brindis … en fin unos días con de todo!!

Y desde Baños me animé y me fui un poco mas al este a conocer algo de la selva ecuatoriana. En el Tena de nuevo de todo un poco: rafting, ríos, cascadas, trekking por la selva, hasta comimos chontacuro (gusanos asados) jaja

 

Quería volver a la montaña y subir el mas grande de la zona; pero antes me tentó el mar jaja así que me fui unos días a Montañitas. Allí probé surfear, alcancé a disfrutar en cada intento de unos segundos de equilibrio en la tabla, así pasaron dos días de muchas olas y tabla y probar la actividad, me encantó (me falta práctica eso sí ja). Con unas amigas francesas que había hecho decidimos ir a conocer la Isla de la Plata que belleza: avistaje de ballenas, snorkel, y un recorrido por la isla viendo los piqueros de patas azules todo alucinante. Seguí un poco al norte por la costa y conocí Cannoas, una playa hermosa: atardeceres, yoga, caminatas de punta a punta por la arena.

 

Con el objetivo del Chimborazo, tenía buena aclimatación ya ganada en los otros cerros, pero había pasado varios días en la playa, así que me decidí por encontrarme de nuevo con la altura de una manera mas amigable y me fui a Otavalo. Allí a 2500 msnm recorrí el mercado, visité en bicicleta sus lagunas e hice de buen@s amig@s.

Ahora sí! Vamos al grandote dije. Y organicé el equipo para el ultimo “pegue” en Ecuador. Para este objetivo no conseguía compañer@ de cordada, así que que me decidí por hacer el ascenso en solitario, un poco jugado pero allá fui. Me tomé el “bondi” que me dejo en la puerta de la Reserva Chimborazo, lo único que me bajé a las 9 de la noche y no había nadie en las oficinas jaja todo cerrado, así que me dispuse a vivaquear para al otro día hacer el ingreso. Temprano a eso de las 7 de la mañana frenó una camioneta que iba para el Refugio Hermanos Carrel 4800 msnm, que amablemente me acercó hasta allá. Esa misma noche arrancaba el ascenso al Chimborazo 6268 msnm, tenía por delante un generoso desnivel y en la cabeza me jugaba esto de montarme al glaciar en solitario con todo lo que eso implica. Nos fuimos alternando con una cordada guía y cliente, por momentos iba yo adelante por momentos ellos y eso me daba algo de tranquilidad. Al llegar a la cumbre Veintimilla el guía y su cliente decidieron bajar; y yo me quedé por que quería probar subir a la cumbre principal la Whymper. Allí en la cumbre principal del Chimborazo el punto mas alto de Ecuador me tocó uno de los amaneceres mas hermoso que he presenciado.

 

Estoy totalmente agradecido a la vida de haber podido disfrutar de los volcanes nevados, de los ríos, la selva, la playas de este increíble país que todo mundo debería visitar.

 

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